Alexander Mundaray Rosario
Alexmundaray@gmail.com
Muchos de los que hemos estados involucrados en la lucha por reivindicar derechos en los últimos años, nos hemos dado cuenta de que no es positiva la tendencia de concentración de poder en manos del grupo corporativo que tiene el mando del PLD. Un proyecto hegemónico de partido gestado y encabezado por Leonel Fernández, el cual se ha hecho de las principales instituciones y poderes estatales.
Hay que hacer el ejercicio de memorización y recordar, cómo Leonel escogió a su antojo a los miembros de la Suprema Corte de Justicia, Tribunal Constitucional y Tribunal Superior Electoral; cómo el congreso se ha convertido en un centro de aduladores y lambones del saliente gobernante. Aun recuerdo a ese personaje funesto y arrogante de Reinaldo Pared Pérez decir en el discurso de rendición de cuentas del 27 de febrero, que el congreso estaba para apoyar ciegamente todos los proyectos que enviara el iluminado de Villa Juana. Pero por Dios, ¿tanta lambonería y el hecho de echar por el suelo la división de los poderes, eje vital de una democracia, no está condenada en alguna ley, pa' poder decirle delincuente a ese delincuente?
¿Y qué decir de la Junta Central Electoral, la Cámara de Cuentas y Liga Municipal Dominicana?
Pero lo que quiero destacar al hacer esta catarsis, es que ante el fracaso del PRD en las pasadas elecciones, gracias a su desastre e incapacidad de defender el voto que este país nuevamente le confió, de nuevo esta organización desperdició la oportunidad de llegar al poder y equilibrar un chin el asunto, es ante esta realidad que nos urge como sociedad forzar cambios significativos en las estructuras, las instituciones y los poderes del estado, porque con títeres manejados al antojo desde Funglode, no se puede pensar en que haya garantías democráticas para nadie.
Desleonelizar el país se ha convertido en un nuevo reto para la sociedad dominicana, romper con el legado de un progreso virtual, plagado de corrupción cuyos actores buscan en la política no solo riquezas y oportunidades de negocios, sino el uso del Estado para ejercer poder avasallador contra aquel que ose competir contra los interese del partido corporación y su Líder. Y si cree que me he ido lejos en el diagnóstico, piénselo un poco y vea más allá de las cortinas de humos y las maquinarias de comunicación.
Solo las fuerzas desatadas de la potencia social, de una ciudadanía responsable, que todos los días ve que sus derechos y capacidades son reducidas por un Estado secuestrado, puede revertir el avance de esta atmósfera que atenta contra la poca democracia que tenemos, y la pura verdad es que sin democracia no hay derechos.
Quizás sea el momento de empezar a reclamar una nueva reforma constitucional por la vía de la constituyente (de elección popular), donde nuevos actores puedan ser escogidos en una arena política más equilibrada y de paso puedan cambiarse los retrocesos establecidos en la constitución del 2010, retrocesos que no podemos darnos el lujo de seguir teniendo en nuestra carta magna.
La realidad es que si no se produce una reforma política que implique no solo cambios superficiales de leyes, sino cambios profundos en la estructura del Estado y sus administradores, no habrá garantías y solo estaremos construyendo una crisis, que a la corta o a la larga tendremos que pagar y no con dinero.
Amigo Alexander. te felicito de que tengas el coraje de poder exponer tu punto de vista sobre la problematica de la Republica Dominicana, Ademas de hacerlo para levantar tu voz d e alarma frente la triste situacion que enfrenta la sociedad dominicana. No es para menos sabiendo que quienes ostentan el poder hoy se sienten que han heredado la pequeña finca que les dejaron sus padres y por lo tanto pueden manejarla como se les antojes. es doloroso como dominicano ver que nuestros niños aun iendo a la escuela siguen siendo analfabetos y que las condiciones econimicas y sociales hallan llegado al estado mas deplorable que se conoce en la historia dominicana..te exhorto que sigas haciendolo y sin temor al lenguaje fuerte; que todavia no es nada para lo que le espera a ese grupo de fascinerosos que se han enquistado en el poder de una forma perversa y vergonsoza..
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