Los expedicionarios del 14 de junio de 1959 no fueron vencidos. Cayeron combatiendo o torturados y asesinados después de ser hechos prisioneros, pero no fueron vencidos.
La Gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo inició un período de lucha y revolución, que culminó con el estallido de la Revolución Democrática iniciada por el pueblo dominicano y los militares constitucionalistas un 24 de abril de 1965 y que se coronó con la victoria en los días 24, 25, 26, 27 y 28 de abril de 1965. Para frenar esa Revolución Democrática triunfante fue que el gobierno de los Estados Unidos decidió invadir el país con 42,000 soldados, ahogando la decisión del pueblo, las organizaciones democráticas y revolucionarias y los militares constitucionalistas liderados por los coroneles Caamaño y Fernández Domínguez.
Como un gran eslabón en aquella cadena, el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, liderado por Manolo Tavárez, produjo el alzamiento guerrillero del 28 de noviembre de 1963, donde el gran líder fue asesinado, junto a otros 19 compañeros, pero Manolo y el 14 de Junio tampoco fueron vencidos. Habiendo enarbolado la bandera de la Constitución de 1963 y el retorno del gobierno constitucional como banderas, al igual que el coronel Fernández Domínguez y los militares constitucionalistas, estos generaron con su acción la gran unificación de los centenares de miles de catorcistas, perredeístas, de los miles de militares constitucionalistas y otras fuerzas políticas democráticas y revolucionarias alrededor de estas dos banderas, hecho político que constituyó el empujón decisivo de los acontecimientos que culminaron con la Revolución Democráticas triunfante del 24-28 de abril, ahogada en sangre y fuerza bruta por las tropas norteamericanas.
Los integrantes de la Gesta del 14 de Junio de 1959 tenían como objetivo la insurgencia del pueblo dominicano alrededor de un programa democrático, como única forma de generar las fuerzas suficientes para derrocar a Trujillo y cambiar el rumbo del país. Manolo y su generación actuaron con la misma visión, de insurgencia del pueblo que sus predecesores.
Aquel fue un período revolucionario, donde el pueblo fue el principal protagonista. Vencieron, secundados por la fuerza brutal del imperio norteamericano, aquellos que querían quitar a Trujillo para ponerse ellos, heredar el poder y los bienes de Trujillo y construir esta República Dominicana que tenemos hoy, que es un infierno para el pueblo llano y las personas serias.
Ahora tenemos que organizar, nueva vez, la insurgencia del pueblo dominicano. Pero esta vez en una batalla democrática, alrededor de las elecciones y las luchas cotidianas. Pero insurgencia al fin, porque sólo hombro con hombro con el pueblo; apoyando su siempre justa lucha por sus reivindicaciones sentidas, se puede generar la fuerza necesaria para derrocar el bipartidismo dominante y cambiar el rumbo del país.
Tomado de Hoy.com.do
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