UNIFICAR LA OPOSICIÓN ES UNA NECESIDAD

Concertación para democratizar al país
Por Pedro Payano-Safadit
pnpayano@aol.com

Enfocarse ahora mismo en las elecciones del 2016 sin buscar respuestas a las debilidades de nuestra ley electoral y a reclamos de los derechos emergentes de la ciudadanía, es no haber comprendido con profundidad lo que está sucediendo en nuestro país, donde el partido en el poder, aprovechando la debilidad e inconsistencia de la oposición se encamina hacia una dictadura de partido.

El país exige hoy una gran concertación para frenar al PLD y a su líder Leonel. Una coalición cuyo objetivo principal sea democratizar la República. Su unidad y fortaleza dependerán de la flexibilidad y capacidad para la oposición ponerse de acuerdo en los temas mínimos que coincidan. No hay otra manera.

Algunos de los puntos que pueden aglutinar transitoriamente una gran coalición por la democracia en la presente coyuntura política (que podría variar antes del 2016), han sido señalados por expresiones de la sociedad civil, incluyendo ¡Atrévete!

Antes de repetirlos, dividiremos metodológicamente la coyuntura en momentos políticos, que aunque estén presentados en secuencias, no necesariamente están separados mecánicamente. Cada realidad estará determinada por la dinámica del proceso, la correlación de fuerzas, la voluntad política para exigir reivindicaciones y contribuir a despertar a la ciudadanía para que se integre a defender sus derechos.

Primer momento:
1. Revisar lo antes posible la ley electoral, para conjuntamente someter al congreso las modificaciones de lugar que permitirán una mayor democratización de nuestro sistema electoral, donde se garantice la participación de los partidos pequeños en igualdad de condiciones.
2. Verificar que la Ley de Partidos sometida por la JCE esté acorde con los reclamos de una gran parte de la sociedad civil.
3. Lograr que el anteproyecto de Ley de Garantías Electorales sea integrado a estas reformas.

Segundo momento:
1. Exigir la integración de un nuevo equipo de jueces al Tribunal Electoral para que sea una elección consensuada con la sociedad civil.
2. Mantenernos vigilantes para exigir que el presidente electo cumpla sus promesas de campaña. Hemos identificado en nuestro blog, 90 promesas.
3. No aceptar una reforma fiscal o cualquier acuerdo con el FMI que afecte los ingresos y el poder adquisitivo de la población.

Tercer momento:
1. Preparar un plan dirigido a crear conciencia entre la población para que haga suya la necesidad de convocar a una constituyente, así como el reconocimiento de sus derechos emergentes.

Este reclamo se inserta en un proceso más prolongado y requerirá que la coalición, visite a la población casa por casa, para explicarles como una constituyente afectaría positivamente las vidas de ellos y sus descendientes.

Hay otras demandas que deberían partir de los movimientos sociales para hacerlas incluyente. Un caso específico es la Barry Gold. Es hora de “despartidarizar” la lucha económico-social para que la población se integre a reclamar sus derechos independientemente de su afiliación partidaria.

¿Son estas las únicas reivindicaciones que demanda la sociedad? Por supuesto que no. Pero deben ser incorporadas en la medida que el olfato político indique que el momento político ha llegado. De todas, hay que escoger aquellas en las que la población pueda enfocarse. Incluso, hay que priorizarlas por su importancia y posibilidades para crear un polo de opinión a favor, según su naturaleza político o social. La ciudadanía necesita ganar batallas aunque sean pequeñas, para ir forjando la fe de que se puede.

Están dadas las condiciones objetivas para construir una coalición opositora. Ahora, ¿está preparada la oposición para ceder un poco de sus intereses grupales y trabajar por la democratización del país?

* El autor es educador y politólogo.
Coordinador del Proyecto Duartiano ¡Atrévete!