AFIRMA HAY QUE CONTROLAR LOS GASTOS Y LA CORRUPCIÓN

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Por Héctor Pérez Tovar
ptovar2002@yahoo.es

Somos pobres, subdesarrollados, endeudados. Eso a muchos no les importa. Tenemos Metro, con vagones comprados más caros que otros países, pero el transporte es un caos. Era suficiente con dos o quizás tres aviones Supertucano, pero compramos nueve, y más caros que otros países.

Tenemos jueces y funcionarios pensionados con sumas oscilantes entre 159, 000 y 500,000 pesos mensuales. La mayoría de los pobres pensionados, reciben menos de 5,000.

A esta hora el Congreso ya habrá aprobado, contraviniendo e irrespetando la Constitución, que prohíbe legislar para beneficio propio, una ley irracional de regulación salarial que sirve para justificar aumentos a altos funcionarios, jueces y congresistas, pero no beneficia a los mal pagados empleados públicos y pensionados.

Somos pobres, pero nuestro presidente y ciertos funcionarios ganarán más que algunos presidentes de países ricos que nos ayudan y financian. En esos países están reduciendo los altos salarios, aquí los subimos.

El presidente de Venezuela, país que nos financia el petróleo, porque somos pobres, gana 223,267 pesos, no 450,000. El salario promedio de los presidentes latinoamericanos es 322,647 pesos.

De España recibimos financiamientos y donaciones, porque somos pobres y subdesarrollados pero Rajoy gana 292,000 pesos, y el nuestro ganará 450,000.

Muchos ministros ganarán más que los ministros españoles, más que muchos presidentes latinoamericanos y más que algunos europeos. Nuestros legisladores ganan más que sus pares españoles y del resto de América Latina. Somos uno de los países con mayor número de congresistas, en el mundo.

En este país irracional y absurdo, algunos ministros reciben ¨ingresos¨ superiores a los salarios de los presidentes de Estados Unidos, Francia e Italia. El gobernador del Banco Central de este Macondo, gana más que el gobernador del Banco Central de Estados Unidos.

Esto, amén de las duplicidades de entes públicos, la inoperancia e inutilidad de tantos organismos y los costosos viajes con enorme séquito. O reducimos el gasto, la corrupción y el tamaño del gobierno o que Dios nos coja confesados.