Comparezco ante el país para
fijar nuestra posición y la de nuestro partido, sobre la decisión del
presidente Danilo Medina y de una facción de Comité Político del PLD, de pasar
por encima a principios democráticos y constitucionales esenciales, para dar
rienda suelta a sus ambiciones continuistas.
Comparezco ante el país en
nombre de la dignidad, de la democracia, de la alternabilidad y de la ética política,
para decir fuerte y claro a la militancia del Partido Revolucionario Moderno, a
las organizaciones de la Convergencia, a la oposición política y al pueblo
dominicano que ha llegado la hora de echarnos al hombro la bandera tricolor e,
inspirados en ella, garantizar la materialización del cambio político que una
alianza del mal procura detener.
La intención de cambiar la
carta fundamental de nuestro ordenamiento jurídico, con el único interés de
imponer la reelección, es un desacierto, que hace un daño enorme a la
credibilidad y confianza de nuestras instituciones.
Por más justificaciones que
expongan quienes promueven y los que se sumaron hoy al apoyo de la reforma, lo
cierto es que se trata de una aventura,
inspirada en una ambición muy personal del presidente Danilo Medina, quien en
reiteradas ocasiones declaró que sólo permanecería 4 años en el poder y ni un
día más.
Queda claro que una cosa es lo que el presidente
promete y otra cosa es lo que el presidente hace.
Contrario a lo que predican los
apologistas y socios del gobierno, los dominicanos y dominicanas hemos visto,
en los últimos meses, cómo se agravan los problemas del país, mientras los
dirigentes peledeístas conviertan el Estado, en el centro de sus peleas por el
poder.
Imponer una Reforma Constitucional
y al mismo tiempo imponer mediante prácticas indebidas a los senadores,
Alcaldes, diputados y demás autoridades electivas, es un hecho que atenta
contra la voluntad y aspiraciones legítimas de la misma militancia peledeístas
y contra la voluntad democrática del pueblo dominicano.
Cuanta inmundicia se ha llevado
al congreso con este proyecto de reforma!!!
La constitución es la piedra
angular y sagrada sobre la cual se levante el armazón institucional de la
Nación.
Hoy día, tanto los organismos
internacionales, como los estudiosos del progreso de las naciones, reconocen
que la principal condición para impulsar el desarrollo, es la existencia de
instituciones estables, creíbles y competentes, capaces de poner límites al
abuso desde el poder y a las conductas desviadas de los gobernantes.
En otras palabras, señoras y
señores, un país no puede cambiar las reglas de juego contenidas en su
ordenamiento jurídico, por la simple ambición continuista de la facción
dominante del partido de gobierno.
Como tampoco es ético que el
país cambie su constitución para que un pequeño grupo de congresistas que se
sabe repudiado por el sentimiento popular, pueda continuar en sus puestos en contra
de la voluntad de la mayoría.
Este Pacto de la Impunidad confirma que las pocas acciones legales
contra funcionarios del pasado gobierno respondían más al chantaje político que
a una genuina lucha contra la corrupción. LA AUTORIDAD QUE SOMETIO A LA
JUSTICIA AL SENADOR PELEDEÍSTA POR SAN JUAN DE LA MAGUANA, ES LA MISMA
AUTORIDAD QUE HOY LO EXONERA Y LE GARANTIZA SU REPOSTULACIÓN.
El partido oficialista y sus
dirigentes no conforme con todo el perjuicio que han hecho a la credibilidad y
confianza de las instituciones políticas fundamentales de la nación, ahora le
están imponiendo al país una reforma innecesaria, inoportuna, antidemocrática y
violatoria de los procedimientos que la propia constitución establece para ser
reformada.
Por eso es que afirmo de manera
responsable y decidida que el pacto concertado entre las dos facciones que se disputan la principalía en el PLD, es un acuerdo entre socios por la
reelección de la corrupción, la impunidad y el aniquilamiento de las prácticas
democráticas en el país.
Ellos se creen los
dueños de la República.
Al rey Luis XIV de Francia, le
atribuyen decir, el 13 de abril del 1655, ante el parlamento de Paris, la
célebre frase “L Etat Cest Moi” “El Estado soy yo”, casi cuatro siglos después,
el Comité Político del PLD, con esta reforma a la CONSTITUCIÓN, le dice al país
“El Estado Dominicano Somos Nosotros”.
Esta visión absolutista y
despótica es la que ha predominado en los gobiernos del PLD, para configurar y
poner al servicio del partido oficial y sus dirigentes, las principales
instituciones del país, como es el caso de la Suprema Corte de Justicia, el
Tribunal Superior Electoral, el Tribunal Constitucional y la Cámara de Cuentas.
Frente a esa conducta, los
dominicanos y las dominicanas tenemos motivos para preocuparnos ante la
evidencia de que estamos asistiendo a una nueva escalada autoritaria, que pone
en peligro nuestras limitadas conquistas democráticas.
El desbordamiento de la
prepotencia del oficialismo no sólo se expresa en la imposición de una reforma
unilateral a la carta magna, sino que la altanería de sus funcionarios y
dirigentes se sufre a todos los niveles de la sociedad, como es el irrespeto a
simples leyes de tránsito y la agresión física a la autoridad pública, como
ocurrió recientemente en Santiago, por mencionar un caso reciente aunque muy
lejos de ser el más grave.
Los hombres y mujeres que
luchamos por una sociedad institucionalizada, en donde todos los ciudadanos,
sin importar su condición política o social, tengan la oportunidad de realizar
sus aspiraciones, no vamos a permitir que el partido oficial siga actuando como
si la República fuera de su propiedad.
Estoy consciente que el destino
de la nación nos pertenece a todos. Es por eso que enfáticamente expreso hoy mi
firme oposición que también es la firme oposición del país a que se quiera
reformar la CONSTITUCIÓN de manera unilateral y arbitraria, sólo para responder
a las ambiciones y los intereses particulares de una facción del partido gobernante.
Hoy entendemos la pasividad e
indiferencia del Presidente Medina en impulsar la aprobación de una ley de partidos
y una ley electoral que exige la constitución del 2010 y que han sido
reclamadas por todos los sectores de la sociedad.
Si se hubiese aprobado la ley
de partidos consensuada en el 2013 no sería posible la imposición de una repostulación
antidemocrática, fruto de este Pacto de Impunidad.
Consecuentemente debemos
preguntarnos, ¿qué pasará con la transparencia y la imparcialidad del próximo
proceso electoral? ¿Incurrirían de nuevo en otro déficit de más de 200 mil
millones de pesos para pretender imponer a Danilo como en el 2012?
Quiero decirlo desde ahora, la
transparencia del proceso electoral venidero es una cuestión innegociable,
ya que con la voluntad popular, expresada en las urnas, no se puede jugar, sin
poner en peligro la paz pública.
La costosa propaganda oficial quiere
hacerle creer a la sociedad que los dominicanos y dominicanas vivimos en el
país de las maravillas.
Sin embargo, la realidad es muy
distinta a la presentada por ellos y a la forma en que viven los funcionarios y
congresistas que impulsan la reelección.
Pueblo Dominicano, ¿Cuál de los
problemas fundamentales del país ha resuelto el presidente Danilo Medina?
Los avances que han logrado los países
de la región, en sus condiciones de vida, en esta última década, son muy
superiores a los alcanzados en nuestro país durante los gobiernos del PLD, como
lo muestran todos los estudios de organismos internacionales.
El pobre desempeño del país en
desarrollo humano, es el producto de 15 años de mala gestión peledeísta.
Gestión en la cual han participado cada uno de los miembros del Comité Político
del PLD, entre ellos, el presidente Danilo Medina, quien ha sido uno de los
artífices principales del fracasado modelo peledeísta.
El pasado marzo, el representante en
el país del Banco Mundial McDonald Benjamín reveló que desde el año 2012 se ha
sumado un millón más de dominicanos a los ya altos niveles de pobreza que
supera casi a la mitad de la población, según sus estadísticas.
Con Danilo tenemos un millón de pobres
más!!!!
Debemos estar muy claros de que no es
verdad que apoyando la reelección el país va a mejorar.
Todas las encuestas señalan que más de
la mitad de la población cree que el país va por mal camino y el 86% cree que
no hay ninguna posibilidad de salir de la pobreza.
No hay que hacerse ilusiones, ha sido
durante las administraciones del PLD, incluyendo esta que encabeza el
presidente Danilo Medina cuando los indicadores económicos y sociales, más han
empeorado, veamos:
La
credibilidad y confianza de las instituciones fundamentales del país, como es la
justicia, está en su nivel más bajo, justamente por la falta de independencia e
imparcialidad que tiene el poder judicial, producto del control que ejerce el
PLD sobre este importante poder del Estado.
El índice de competitividad y
transparencia del país, se mantiene entre los peores del mundo.
La inseguridad ciudadana alcanza
niveles alarmantes, lo que mantiene la zozobra y el miedo en las calles del
país.
Las muertes y los atracos se
multiplican cada día ante la indiferencia de un presidente en completo
silencio.
El
sector eléctrico sigue en penumbra, los apagones continúan castigando a
la población, mientras el subsidio continua aumentando, el cual ya alcanza los
mil 500 millones de dólares anuales.
El salario y el poder adquisitivo de
los trabajadores se han deteriorado de manera significativa y el desempleo de
la población desmiente las cifras maquilladas de los discursos presidenciales.
El
endeudamiento del país continúa a ritmo acelerado, comprometiendo cada
vez más los fondos públicos en el pago de deuda y menos en inversión social.
La
agricultura está en retroceso debido a la falta de apoyo técnico y
logístico, a pesar de que la propaganda oficial dice lo contrario.
Las exportaciones no mineras han caído
un 20%.
El sistema público de salud muestra
una dolorosa incapacidad para responder a las necesidades médicas de
la gran mayoría de la población, cuya única fuente de atención son los
servicios gubernamentales de salud.
Esta difícil situación económica y
social por la que atraviesa el país en estos momentos, no es para que los dirigentes
del partido de gobierno estén repartiéndose el Estado como si fuera una piñata.
Por todo lo que he explicado queda
claro que, contrario a lo que piensa el presidente y el pequeño grupo de
dirigentes del Comité Político de PLD que le acompañan, el país no necesita la reelección.
Lo que si necesita el país es echar del poder a quienes lo han envilecido
y sumido en la pobreza.
Señoras y señores, conciudadanos, lo
que necesita el país es un cambio. Un cambio para derrotar a quienes nos
estrujan en la cara sus riquezas mal habidas, su arrogancia y su capacidad de
mentir y engañar al pueblo.
El apoyo esta mañana de los diputados del
PRD a la reforma constitucional para abrir camino a la reelección del
presidente Danilo Medina, es la negación total de los principios que siempre
enarboló nuestro líder José Francisco Peña Gómez en cuya tesis de grado
doctoral del año 1970, calificó la reelección como “la causa jurídica más determinante en el fracaso de la democracia
representativa”
Hoy me siento orgulloso del Partido
Revolucionario Modernos, de sus dirigentes y diputados que dieron una
extraordinaria demostración de coherencia y apego institucional.
Dominicanos y dominicanas, este es un
momento decisivo en que no hay lugar para la indiferencia ni la flojera.
Es hora de levantarnos y salir a
reclamar nuestros derechos ciudadanos. Nuestro derecho a vivir en una sociedad
democrática, institucionalizada, transparente, segura, en donde la ley sea
igual para todos y en donde cada ciudadano y ciudadana tenga la oportunidad de
realizar sus aspiraciones.
Ese derecho es el que está en juego,
si el país continúa dirigido por Danilo Medina y el reducido grupo de
dirigentes que integra el Comité Político del PLD.
Es tiempo de unirnos y empoderarnos
como nación.
Por ello, hago un llamado a la
Convergencia por un mejor país, a los partidos políticos de oposición, a las
organizaciones sociales y a los ciudadanos independientes, comprometidos con
darle un rumbo distinto al país, a que trabajemos juntos, para derrotar la
frustración y la desesperanza, que significa la permanencia del PLD al frente
de la nación.
Perremeístas, convergentes,
ciudadanos, ¡la lucha es ahora! Invito a toda la oposición y a todas las
fuerzas sanas del país a que nos demos un gran abrazo, este sábado, a partir de
las dos de la tarde, desde la Duarte con Central, en el Ensanche Luperón, en
una gran marcha por la democracia y la alternabilidad, contra el PACTO DE LA
IMPUNIDAD, para probar que nada ni nadie podrá detener la llegada del cambio.
Óiganlo bien, quiero decir esto con
toda claridad:
Estoy convencido y seguro de que vamos
a derrotar a los integrantes del vergonzoso pacto de la impunidad, no importa
quienes sean, ni cuanto sean, porque contamos con la determinación y la
voluntad de cambio del pueblo.
Por
mis convicciones democráticas y por el material con que estamos hechos, a nosotros
ni nos asustan, ni nos compran, ni nos vence el Estado.
PELEAREMOS Y VENCEREMOS
QUE DIOS NOS BENDIGA A TODAS Y
TODOS!!!
Muchas gracias!!!
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