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viernes, 16 de agosto de 2013

¿POR QUÉ TODOS CONTRA HIPÓLITO MEJÍA?

Por Eurípides Ant. Uribe Peguero

Hay una explicación para los ataques despiadados en el orden político, jurídico y hasta personales que recibe constantemente Hipólito Mejía del PLD, de algunos periodistas y desde el interior de su propio partido. Los embates coinciden en la aprobación a las decisiones, intenciones y propósitos de Miguel Vargas Maldonado por esas entidades, personas y medios.

Es notorio que quienes personifican el leonelismo dentro del PLD sean los más recalcitrantes opositores a Hipólito Mejía en esa organización. Los ocasionales y urticantes pronunciamientos de algunos de sus dirigentes más connotados, exponen el acierto de nuestra afirmación.

Algunos hechos y situaciones, entre tantas que se pueden citar, bastan para resumir lo que está sucediendo. Por ejemplo, lo que aconteció en la entrada de la Casa Nacional del PRD el día 27 de enero, fue “un desorden provocado por vándalos encabezados por el expresidente Mejía” y no la reacción de la masa mayoritaria de dirigentes y miembros del PRD cuando abusivamente eran impedidos de entrar a su local. Este incidente ha sido ampliamente manipulado por los adversarios de Hipólito Mejía.

La JCE después de su indiferencia total ante el abrumador uso de los recursos públicos y de las fuerzas militares y policiales durante todo el proceso electoral para facilitar el triunfo del PLD, ha continuado su parcialidad negando toda instancia que favorezca a Hipólito Mejía. Negarse a intervenir en el conflicto interno del PRD, no es otra cosa que evadir irresponsablemente su obligación de tener que dar la razón a la parte que el presidente de ese tribunal no desea dar ganancia de causa. El TSE, en la misma sintonía, se agrega con la negación constante a emitir un veredicto justo ante los recursos llevados a ese Tribunal por el expresidente sobre el conflicto interno del PRD, lo que se traduce en afianzar el control de Miguel Vargas sobre ese partido.

Para descalificar el gobierno de Hipólito Mejía solían utilizarse los términos; “el peor gobierno que hemos tenido”, “el más corrupto”, “propició el narcotráfico”, “responsable del déficit bancario”, etc. Estos calificativos se abandonaron porque los gobiernos de Leonel Fernández pudieron superar el sentido de cada expresión. Sin otro sustento, los adversarios de Hipólito, aun se aferran al empleo sardónico del inocuo y extemporáneo término, “PPH”, tratando de satanizar a quienes fueron sus componentes.

Existen razones políticas que respaldan esta animadversión. Por una parte, Hipólito es el único expresidente con vida que tiene el PRD. Esto crea condiciones invaluables, traducibles en aval electoral para cualquier dirigente político, el cual, los adversarios tienen la obligación de contrarrestar. Hipólito Mejía fue candidato en el año 2012 y sacó el 47% de los votos, conduciendo el PRD a ser el partido más votado, enfrentando a un candidato peledeísta con todos los recursos del Estado a su favor, una JCE parcializada en su contra y hasta se dijo que el presidente de su partido mandó a votar por el PLD (así lo hizo su propia esposa por las redes sociales). El resultado que obtuvo, explica un arrastre electoral que ningún adversario político puede ignorar. El expresidente Mejía mantiene una alta valoración entre los perredeístas y si ha sufrido alguna merma como resultante del conflicto interno, es una situación temporal, superable en una eventual candidatura suya.

Estas realidades, el inmenso carisma y la capacidad de trabajo de Hipólito Mejía cuando se trata se emprender una campaña electoral, las sabe Leonel Fernández, la dirigencia del PLD, Miguel Vargas Maldonado y todos sus voceros mediáticos. Solo esa proyección que la realidad política del país le ofrece a Hipólito Mejía, justifica que el posible candidato del PLD para el 2016, la dirigencia del PLD empeñada en mantenerse en el poder, los organismos electorales que responden a Leonel Fernández y la red informativa comprometida con los fines peledeístas, ataquen tan inmisericordemente a Hipólito Mejía. Son esas mismas razones las que explican el apoyo, las justificaciones y la aprobación que dan esas entidades y personas a todo lo que hace y dice Miguel Vargas Maldonado, aún se trate de la peor insensatez política.

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