PREVIO A LAS ELECCIONES...

QUE GANE EL PEOR
Pedro Conde Sturla
pinchepedro65@yahoo.es

En la contienda electoral que ahora termina (si acaso todo no vuelve a comenzar), o mejor dicho, en ese pleito de pandillas que se llama contienda electoral, nada hay mejor ni peor y no “todo es del color del cristal con que se mira”.

Todo es peor más peor. Estamos entre Escila y Caribdis, aquellos monstruos de la antigüedad que no permitían escapatoria a los marineros.

Si te alejabas de uno, te hacías trizas el otro. Había que torcer el rumbo con antelación y apartarse de ambos para salvarse.

Hoy día ni siquiera podemos apartarnos y nada garantiza la salvación porque todos estamos en el medio.
Todos estamos en el medio del estercolero electoral, en medio de la blandita, y todos sufriremos sus efectos.
Los marineros de antaño escuchaban las voces de las sirenas antiguas que los embriagaban con cantos y los atraían a la perdición, igual que ahora.

Canta el sereno sirenio, canta Danilo con su discreto encanto de sirénido a dieta, con su cara de inocente que no es cómplice del poder, llamándonos al continuismo, que es en esencia este abismo, la escalada de la violencia y la inseguridad ciudadana, la escalada de precios, los privilegios irritantes y el régimen del crimen impune, las ejecuciones extrajudiciales como política de estado (el recuerdo funerario de Guzmán Fermín al frente de la policía), el empobrecimiento material y cultural del pueblo dominicano. La tentativa de perpetuación de un partido en el poder.

Canta Hipólito sirenio (más manatí que sirena), llamándonos a su modelo de continuismo alterno, que es lo mismo, que es en esencia este abismo, la escalada de la violencia y la inseguridad ciudadana, la escalada de precios, los privilegios irritantes y el régimen del crimen impune, las ejecuciones extrajudiciales como política de estado (el recuerdo funerario de Candela Candelier al frente de la policía, que también sirvió a los que ahora se opone), el empobrecimiento material y cultural del pueblo dominicano y el desorden, el caos que es posible imaginar en todas las instituciones. La misma tentativa de perpetuación de un partido o un mismo gobernante en el poder. Más Pepe Goico.

Canta con voz de sirena la princesa Margarita, la de los muchos sombreros, la culta primera dama que desmanteló una biblioteca para convertirla en despacho de la primera dama, destinando los libros al pasto de los ratones, y canta siempre lo mismo porque es parte del coro o quizás primera voz. Ya se verá.

Sólo el pavo no canta, Luis el Pavo, porque no es pavo real ni es un sirénido. Lo han puesto ahí como adorno, por su cara de buena gente, como adorno precisamente, como hoja de parra para tapar las impudicias de tantos pelafustanes. Entre los cuales, por cierto no se cuenta.

Como dijo Luis Carvajal, a quien cito sin permiso como colaborador y sin temor a que me desmienta:

“Gane quien gane yo perderé en estas elecciones.

Pierda quien pierda, no importa por quien vote, el pueblo perderá. Pero la lucha por un futuro distinto, mejor y posible, distinto, mejor y necesario, distinto, mejor y urgente no debe detenerse.

“El día 21, sin importar lo que pase en la coyuntura, hemos de seguir denunciando a los danilos y los hipólitos, a sus canchanchanes y acólitos, a las mafias que les rodean, al sistema al que le sirven. Gane quien gane, yo pierdo.” Y ese “yo” es colectivo.