NO LE DES MENTE A “NAH”
Por Melvin Mañón
No le des mente a nah, dejó de ser una expresión de uso privado, restringida a los encuentros sociales o una expresión típica del vocabulario entre panas. Se la universaliza, se la difunde y se la convierte en un decir que tiene, o se le atribuye valor de uso público.
En la entrada del túnel de la carretera Santiago-Puerto Plata alguien, perteneciente a una institución o empresa que no tuve tiempo de identificar colocó un letrero, llamativo y vistoso con el texto empleado para identificar algún producto o servicio y también este artículo: no le des mente a nah.
¿Qué puedo argumentar frente a los lectores de estas líneas? Mi primera reacción fue pensar esto: quién escogió el texto y tomó la decisión debe ser un mal nacido. Pero no, seguramente no es así. De hecho, no me sorprendería lo más mínimo enterarme de que le han felicitado y que a muchos de sus amigos y relacionados les ha parecido una idea genial.
Tal vez lo sea. Lo que me asombra es que a nadie parece ocurrírsele pensar en las consecuencias.
Como puede alguien esperar que este país pueda detener al menos el deslizamiento cotidiano hacia la estupidez y hacia la barbarie si glorificamos una oración que contiene un llamado a cogérselo todo a vaina. No le des mente a nah, no es el producto de una mente estúpida, de un publicista imbécil, para un cliente desaprensivo y tan estúpido y tan imbécil como los otros dos. No le des mente a nah, es un resumen del estado mental del país. Es una actitud fomentada, promovida y glorificada en los medios de comunicación y es además el tema que reiteradamente enarbolan casi todos los programas de variedades, farándula, espectáculo, música, arte, deporte y cuanta vaina aparezca con cierto parecido.
No le des mente a nah, es una expresión de buen gusto para los tipos listos y los que se creen listos. Para los que quieren estar de moda y para los que creen que están de moda.
No le des mente a nah, dejó de ser una expresión de uso privado, restringida a los encuentros sociales o una expresión típica del vocabulario entre panas. Se la universaliza, se la difunde y se la convierte en un decir que tiene, o se le atribuye valor de uso público.
No es poca cosa.
Si tu marido te deja por otra o por otro: no le des mente a nah.
Si tu familia es un desastre: no le des mente a nah.
Si tu ni nadie sabe qué hacer con sus hijos: no le des mente a nah.
Si no puedes cubrir tus deudas: no le des mente a nah.
Si te preocupas por algo, eres un estúpido o un tonto porque lo inteligente, lo que está de moda, lo que se debe hacer es: no le des mente a nah.
Si un adolescente mata a su padres no trates de entenderlo ni sancionarlo ni buscar las causas en el estropicio que se ha convertido la vida en este país, simplemente: no le des mente a nah.
Si tu vida no vale nada porque trabajas y te esfuerzas pero nadie lo reconoce, no te vayas a creer que estás solo ni que a otros le importa porque a todos les estamos diciendo y enseñando que lo correcto es que tu: no le des mente a nah.
Si la seguridad tuya y de los tuyos está por el suelo no trates de hacer nada por tu país ni por tu sociedad: no le des mente a nah.
No importa lo que quieras y no tengas o lo que tengas sin haberlo ganado y merecido: no le des mente a nah.
No hables de futuro y menos de esperanzas. Toma lo que puedas y vive como quieras. Los demás no existen: no le des mente a nah.
Cuando te metes en vía contraria qué carajo importa que los demás se enojen. Esos idiotas y estúpidos no saben que tu: no le das mente a nah así que, qué carajo. El que no pueda estar vivo que se muera pero tu: no le des mente a nah.
Ese letrero sobre el lado izquierdo del arco de hormigón armado a la entrada del túnel, no fue el disparate de un imbécil mal nacido sino la gracia de alguien que se cree y que seguramente es valorado como una persona lista que está bien al tanto de la moda.
El único problema es que quien lo hizo y quienes lo disfrutan, quienes han llegado ahí desde hace tiempo, quienes creen que es solamente una gracia, quienes no le prestan atención o creen que no la merece están trágicamente equivocados.
Hay algo peor. Mucho peor. Es total y enteramente posible que yo sea el único inadaptado, intolerante, maldito viejo y demás yerbas que haya visto la vaina, le haya rechinado la vaina, se haya indignado por la vaina y se haya negado a seguir el consejo de los sabios del buen gusto: no le des mente a nah.
Quitar ese letrero para darle la razón a este artículo no solamente no sucederá sino que incluso si sucediera no serviría para nada a menos que hicieran lo mismo con todos los demás ambientes y medios de comunicación de masas donde el buen gusto, la moda y lo chévere anuncian y postulan, como receta infalible para una vida feliz que tu: no le des mente a nah.
Todavía peor que todo lo anterior es que, muchos de los que lean esto pensarán que soy una exagerado, que no es para tanto y que un inocente letrero no tiene ni puede tener las implicaciones que le atribuyo.
No hay límites a la imbecilidad ni a la estupidez. Eso es seguro.
Proyecto Duartiano comprometido en la lucha por una verdadera independencia del pueblo dominicano
FRASE DE DUARTE
“Trabajemos por y para la Patria que es lo mismo que trabajar para nosotros y para nuestros hijos”. JUAN PABLO DUARTE Y DIEZ
NUESTRA RESPONSABILIDAD
Cada artículo publicado en este blog es responsabilidad del autor(a) y ¡Atrévete! no se identifica necesariamente con los conceptos y puntos de vista expresados por este(a). Las posiciones de ¡Atrévete! están expresadas en escritos firmados por su Coordinadora Política. Como medio informativo que cree en la pluralidad de ideas, tenemos abiertas nuestras páginas para todo aquel que quiera expresar su punto de vista, siempre y cuando este no transgreda las normas de la decencia y el respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo se publicarán los comentarios que respeten el derecho de los demás a disentir.